ENTORNO
Los estímulos visuales y auditivos que ofrece la naturaleza benefician la salud
Rodéate de salud.
Los estímulos visuales y auditivos que ofrece la naturaleza benefician la salud, incluso si se trata de paisajes virtuales. Varios estudios científicos demuestran que los paisajes naturales afectan positivamente a nuestro sistema nervioso, lo que se traduce en una mejora de la salud mental y física.
Nuestra poderosa mente tiene la capacidad de sanar hasta el punto de imitar los efectos curativos de muchos fármacos sin los efectos secundarios indeseables que estos suelen producir en nuestra salud. Los investigadores científicos suelen llamarle efecto placebo, pero en muchas ocasiones se muestra tan poderoso como el propio fármaco utilizado.
Además de la contemplación del paisaje y los sonidos de la naturaleza que combaten el estrés, es evidente que habitar en un lugar rodeado de ríos, praderas, bosques y/o playas, libre de la contaminación ambiental típica de la ciudad, es de por sí asegurarse una vida de calidad. Los beneficios se multiplican cuando la alimentación se basa en productos exentos de excipientes y dioxinas y los hábitos de vida mejoran con paseos por las extensas playas o caminatas por la montaña.
No es de extrañar que los lugares más sanos del mundo, marcados como zonas azules por la longevidad y calidad de vida que exhiben sus habitantes, sean lugares inmersos en un entorno natural de gran belleza.
Los lugares del mundo mas sanos para vivir.
Qué tienen en común los lugares más saludables del mundo: Se rodean de naturaleza y tranquilidad.
- Okinawa, Japón, con las mujeres más longevas del mundo.
- Icaria, en Grecia, con niveles realmente bajos de mortalidad en la mediana edad.
- La provincia de Ogliastra en Cerdeña, alberga una gran concentración de personas centenarias.
- La península de Nicoya, en Costa Rica, también presenta una notable cantidad de personas centenarias.
- Loma Linda, California es uno de los lugares más saludable para vivir en los Estados Unidos.
El paisaje que alegra el alma.
Las playas rodeadas de bosque ofrecen una tranquilidad mental que sana. Los estudios científicos lo demuestran. Gracias la observación mediante resonancia magnética funcional se identifican las áreas cerebrales que se activan para promover la paz mental que la playa nos produce.
Los sonidos que nos emocionan.
El oleaje del mar es sanador. Los neurocientíficos demuestran que se producen cambios en nuestro cerebro al escuchar el devenir de las olas. El sonido de las olas del mar activa el área del cerebro asociada a las emociones aumentando el efecto de bienestar mental. Además, la contemplación del oleaje tiene el efecto de regular los niveles de serotonina, relacionada con la mejora del estado de ánimo, y reducir la concentración de cortisol en sangre, hormona del estrés.
A todo esto es importante tener en cuenta que el sonido generado por el mar produce emociones inconscientes relacionadas con los ruidos que oímos cuando estábamos en el vientre materno, dando lugar a sensación de protección y seguridad.
La naturaleza, remedio antiestrés.
Un ambiente verde tiene reconocidos beneficios para la salud física y mental. Los estudios científicos demuestran que los ambientes de los bosques promueven bajas concentraciones de cortisol, bajo ritmo cardíaco, menor presión sanguínea, una mejor actividad de los ciclos de sueño y vigilia. Es evidente, tanto por experiencia propia como mediante demostración científica que los elementos visuales de la naturaleza (los atardeceres, las flores, las mariposas, los paisajes arbolados, los riachuelos…) permiten contrarrestar la irritación nerviosa que provoca la ciudad.